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Copio un artículo técnico editado en la Web Voltimúm, que me parece muy interesante para tenerlo en cuenta a la hora de planificar entornos de trabajo específicos como son los de oficinas.
Para conseguir un buen nivel de confort visual en una oficina, es imprescindible conseguir un equilibrio entre la cantidad, la calidad y la estabilidad de la luz, sin reflejos, parpadeo o contrastes excesivos en el alumbrado y alcanzando la máxima uniformidad de la iluminación.
Una iluminación incorrecta puede ser causa de problemas psicológicos como un cansancio desmesurado, o de afecciones físicas, como posturas inadecuadas que generan a la larga alteraciones músculo-esqueléticas.
Para conseguir una iluminación eficiente hay que considerar las exigencias tanto del entorno en general como de cada persona en concreto:
En España, los niveles mínimos de iluminación en los lugares de trabajo se definen en el Real Decreto 486/1997; se miden con un luxómetro y se expresan en lux, la unidad de la iuminación producida por un lumen en un metro cuadrado de superficie.
Niveles generales según exigencias visuales:
Niveles específicos según la zonas y tareas dentro de la oficina:
La fuente de luz natural no siempre significa eficiencia energética. Este tipo de luz no es la adecuada para trabajar cómodamente debido a su falta de homogeneidad: la luz del sol es incontrolable, cambia constantemente de intensidad y sus contrastes agudizan la fatiga visual.
Está 100% recomendado combinar la luz artificial con la natural en entornos de oficinas para garantizar un alumbrado uniforme, compaginando iluminación directa e indirecta.
Las recomendaciones de especialistas certifican que la iluminación general directa es la que mejor adaptación tiene en los diferentes espacios de trabajo, incluyendo elementos que difuminen y unifiquen la luz, evitando reflejos por ejemplo en las pantallas del ordenador.
Las luminarias deben colocarse continuas y paralelas a la dirección de la visión. Además, en paralelo al plano de las ventanas es la disposición más adecuada de la luz artificial con respecto a la natural.
Para alcanzar esta doble exposición deben usarse distintos tipos de soluciones en una misma estancia: tubos de neón o LED integradoss en el techo, complementados con lámparas de escritorio, apliques…
Los tipos de iluminación se clasifican de acuerdo a la distribución del flujo luminoso:
Cabe tener en cuenta que al haber gran número de pantallas y ordenadores hoy en día en las oficinas, hay que evitar los reflejos en las pantallas. Por ello es recomendable utilizar iluminación lo más difusa posible, así como tratar de situarlas a la máxima altura posible.
Para diseñar la iluminación en oficinas y espacios de trabajo, es recomendable combinar una buena iluminación general difusa que proporcione un nivel medio de entre 200 y 300 lux, con una iluminación puntual opcional según la función de las tareas requeridas en cada caso, que alcance los niveles necesarios de alumbrado.
No solamente el ángulo de la luz es importante, durante la planificación de la iluminación en una oficina hay que controlar la temperatura de color de la luz.
El tono y la temperatura de la luz construyen ambientes e induce sensaciones y estados de ánimo, por lo que éste es un factor fundamental para garantizar el bienestar de los trabajadores en su puesto, e incluso mejorar el ambiente de trabajo, el rendimiento y la productividad.
En iluminación de oficinas, lo más indicado es trabajar alrededor de los 3.000-4000 grados Kelvin, encontrando el equilibrio entre los tonos calientes, neutros y fríos; para lograr la mayor comodidad visual dependiendo del tipo de actividad a realizar en cada espacio.
También es recomendable evitar la monotonía o el exceso de homogeneidad de un ambiente, utilizando, por ejemplo, un tono de luz para el alumbrado general y otro distinto para el alumbrado puntual sobre cada mesa.
Actualmente, uno de los factores a considerar a la hora de planificar un proyecto de iluminación es, sin duda, el económico, desde el coste de la realización e instalación, hasta el ahorro energético, la durabilidad de las luminarias, la reducción de los costes de mantenimiento o la optimización de su uso.
Los actuales sistemas de iluminación LED son la mejor solución para instalaciones en oficinas, pues su alto rendimiento y calidad aportan funcionalidad y ahorros sustanciales especialmente en mantenimiento y en consumo.
Además, el diseño y prestaciones de las luminarias cubren cada vez más las necesidades de los trabajadores, mejorando la ergonomía visual, ofreciendo una amplia gama de temperaturas de color con formatos para múltiples aplicaciones, presentando soluciones con posibilidades de regulación e integración en el espacio…”
Desde INSTALACIONES ELÉCTRICAS BAÑÓN SL le facilitamos asesoramiento sobre sus proyectos de iluminación, trabajamos con las primeras marcas del sector.
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